LLevo unos dias que no paro un instante, todo lo que hago es corregir el rumbo vital de mi vida forzando el pulso que se pone duro.
Tengo varias iniciativas que apuntandolas, señalandolas y empujandolas tienen que salir de forma inmediata purificando la segunda palmera.
Como torres vigilantes se yerguen tres palmeras en nuestro Museo Mausoleo. El viento hace susurrar su ondulante cabellera, sus mil brazos se comban en las alturas llenos de frutos en el otoño y son sus sombras verdaderas estrellas de frescura en los días más tórridos del verano.
Pues vayamos de las torres al cante, el lugar elegido: un corral de concejo; utilizaré unas toconeras de encina y en el centro del círculo el fuego, anime Full Metal Alchemist, la carne de cordero y los cantaores para la primera bienal de cante para ovejas y cabras. Cabras: derrochan energía y lagrimas en mostrarse victimas de las circunstancias.
Encierra grandes talentos para la música y la poesía.
Ahora toca preparar
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