martes, 25 de mayo de 2010

Así es la vida


"EL AGUA VINO LENTA, Y SE VA LENTA. ASI ES LA VIDA"

Carlos Gómez, de 63 años, nació en un paraje cuyo nombre tiene mucho que ver con él y con la gente del lugar: Arroyo La Paciencia, en el departamento Islas del Ibicuy.
Aferrado al timón, surca las turbias aguas del río Paranacito al comando de su lancha colectiva, la Mario Carlos G., que, hasta hoy, sigue siendo la única forma de llegar de Puente Constanza, sobre la ruta 12, a Villa Paranacito. El hombre, tras advertir que lo que está atravesando la embarcación son campos inundados y no un canal o el curso del río, recuerda, como buen isleño, las cuatro catástrofes anteriores.
Sin apartar la mirada de la proa, entre el ensordecedor ruido de los motores, cuenta: "La del 59 fue brava, porque el río crecía hora tras hora; la del 66 me trae malos recuerdos porque coincidió con mi casamiento con Ramona -lo dice serio, hasta que la carcajada explota-; la del 83 fue la inundación más prolongada; la del 92 fue la menos dañina, y la de este año tuvo cuarenta centímetros menos de altura que la del 83... pero yo tengo agua en el patio de mi casa desde el 28 de diciembre, que es el Día de los Inocentes. Esta inundación es muy especial... Vino lenta y se va lenta... Así es la vida, ¿vio?"

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