martes, 5 de enero de 2010

1b. “Maybe a mans name doesn’t matter that much” (F de Fraude, acerca de Chartes, la obra maestra anónima. Sintetizo: tal vez ni la firma ni la intención del autor tengan importancia alguna. “Esse est percipi”, si no se percibe en el producto es mero biografismo.)

[…]

4. El poder de transformación política de una obra se revela en el estricto análisis de su contenido en correspondencia con la realidad histórica en la que se inserta, los objetivos políticos a los que se subordina y los modos de producción a los que responde. El posterior uso político, distribución, influencia o impacto en la conciencia popular es -tal impacto, que no el contenido del mismo- es independiente del mecanismo ético-estético y responde tan los mecanismos de marketing y mitologización.

5. Todo artísita/artesano requiere de un vocero/sacerdote/crítico/publicista. (TAUN)

Ponga mi firma en esto. Más problemas tengo con lo demás. Con lo de la sinceridad, por ejemplo (aún recuerdo cierta conversación en un tren acerca del valor de la sinceridad en la poesía...).

En el fondo todo me lleva a callejones sin salida ya visitados, el primero de los cuales es: ¿es posible educar el gusto?, ¿quién ha de hacerlo?.

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