Hoy, a las 12 horas, en Gijón, se celebra el funeral del artista Benjamín Rodríguez fallecido el martes en Madrid a los 27 años de edad. Un entusiasta creador que, pese a su juventud, ya se movía con energía en el circuito internacional, entendiendo el arte como una manera de vivir y compartir vivencias propias y ajenas.
Benjamín Rodríguez, cuyo 'alter ego' artístico era Orson San Pedro, había participado en varias iniciativas en Asturias, parte de ellas junto a su gran amiga Maite Centol, que le inició al arte en 2001 en el Espacio de Creación y Didáctica de Gijón. En 2010 tenía previsto finalizar Bellas Artes en Madrid, y desde noviembre disfrutaba una beca Erasmus en Estambul, de donde regresaba para ver a su familia y rematar un nuevo proyecto sobre la emigración.
Este trabajo inédito profundizaba en el acto de pasar la frontera, estudiar la incertidumbre ante lo desconocido, ante los miedos y esperanzas, y plantear metáforas visuales sobre la confianza. El proyecto lo desarrolló en otoño, junto a tres artistas mexicanos (Santino Escatel, Jorge Méndez-Blake y Cyntia Gutiérrez) y tres asturianos (Maite Centol, Avelino Sala y Pelayo Varela), fomentado por O'DAM, una Organización no Gubernamental para el Desarrollo. La presentación estaba prevista para el próximo 5 de febrero en Guadalajara (México) y después (en fecha aún por concretar), en la Laboral de Gijón.
Al optimista Benjamín, al siempre afable Orson, le interesaba casi todo, desde Beuys a Palazuelo, desde Álvaro Rey a Antoni Abad, desde los temas científicos, tecnológicos o socio-políticos a la música electrónica, el jazz o el soul. En apenas diez años, con su eterna sonrisa, se volcó en interesantes vías expresivas, generalmente bajo soporte digital (fotografía, vídeo) y fomentando nuevas redes de trabajo. En 2008 consiguió el Premio Astragal con 'Living in', donde proponía debates en un pequeño salón-hogar diseñado dentro del propio espacio expositivo.
Alternó proyectos virtuales, como 'The meaning of the art' (Universidad Laboral, 2008), y físicos, como 'Vigorexy', becado por el Teatro de la Laboral y realizado hace seis meses para comparar la vigorexia del culturista con la del artista.
Valores casi siempre comunicativos; guiños cómplices al público proponiendo evasiones para cultivar los sentidos, y muchas ideas en barbecho que hoy, sin duda, merecían seguir caminando.
viernes, 15 de enero de 2010
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