jueves, 7 de enero de 2010

La joven agencia Mother elaboró una campaña publicitaria para britart.com de una duración de ocho meses desde agosto de 2000. La estrategia detrás de esta campaña era la de producir el material publicitario que reflejara la filosofía de popularización de britart.com, que, con sus divisas “ el arte para muchos, no para pocos”, trata de hacer del disfrute y la compra de arte “un acontecimiento diario más que un acontecimiento extraordinario”. La campaña tomó forma en pequeños carteles (más bien cartelas) pegados a mobiliario urbano, pavimentos, paredes e incluso árboles. Sin embargo, más que imitar la prosa publicitaria, los creativos simularon el aspecto de las etiquetas que acompañan a las obras de arte en una exposición y trataron el lugar como una obra de arte. Por ejemplo, el cartel que iba colocado sobre una caja de unión eléctrica rezaba “Caja de Unión, 1971, acero, pintura, escritura, electricidad, 100 x 120 x 50 cm.”; en el texto sobre el pavimento se puede leer “Pavimento, 1962, losas de hormigón, cemento, huellas de zapato, excremento de perro, chicle, 8.000 x 15.050 x10 cm.”. Aquí, volvemos al territorio no sólo de la publicidad ambiental, sino también de los artistas textuales conceptuales como Lawernce Weiner, que también planteó cuestiones sobre la naturaleza del arte mismo”. […] “Para publicitar su punto de venta este minorista, decidido a comunicar la accesibilidad económica del arte contemporáneo, demandaba una campaña que pudiera “cambiar la percepción de un a priori mercado elitista y mistificado”. Con la producción de una serie de carteles que etiquetan objetos de la calle a la manera en que se hace en una galería, Mother simultáneamente parodia las prácticas del arte elevado e ironiza con el hecho de que casi todo puede ser designado arte. Además, la relegación del mensaje promocional a una línea de texto relativamente diminuta “el arte que usted puede comprar” y el divertido punto rojo de “vendido” que adorna el logo, ayuda a leer estos carteles más como un trabajo de arte conceptual que como uno de publicidad, inicialmente al menos. Al adoptar estrategias “intervencionistas” para anunciar arte, la campaña de britart.com enturbió las fronteras entre dos regímenes de un modo que es sintomático de la creciente fluidez de la cultura contemporánea. Realmente, el hecho de que esta campaña publicitaria se muestre irreverente tanto hacia el estatus de arte tradicional como al del contemporáneo puede ser visto como un signo de distensión y de demistification del arte.

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