martes, 12 de febrero de 2013

UN CULO PARA TANTEAR

Aunque las nalgas mecánicas puedan parecer un nuevo mínimo para el mundo de la robótica japonesa, en realidad podrían marcar un nuevo salto hacia el futuro del desarrollo humanoide. El inventor Nobuhiro Takahashi programó su creación, llamada "SHIRI" ("culo" en japonés) para responder con diferentes emociones a diferentes tactos humanos.
Takahashi espera usar este prototipo tecnológico para desarrollar respuestas que puedan aplicarse a otras partes del cuerpo de un humanoide, en particular a la cara, para ayudar a la comunicación no verbal.
   Decidió desarrollar su tecnología en unas nalgas artificiales debido a que los movimientos de los glúteos son más grandes y por tanto, hacen más fácil transmitir emociones.
  "Quise utilizar el culo para reflejar emociones como el miedo, la alegría o la relajación", dijo a Reuters Takahashi, un estudiante de comunicación electrónica en la Universidad de Tokio.
   Los robots son ya capaces de comunicarse por voz pero carecen en gran medida de recursos para la comunicación no verbal, para esas respuestas físicas que ayudan mucho en la comunicación humana. Takahashi espera que su tecnología pueda utilizarse para esto.
   Para que un robot muestre miedo, Takahashi utiliza un golpe, y en el caso de estas nalgas artificiales, un azote.
   "El miedo es una emoción muy humana -muy viva- por lo que se expresa con fuerza tras un azote", dijo, hablando dentro de una tienda de campaña negra diseñada para que la luz no dañe la invención cubierta de silicio.
   Las nalgas mecánicas del robot responden a un golpe con temblores. Un bamboleo lento, su estado de inicio, es señal de relajación, mientras que un golpe apacible le hace apretarse en señal de placer según Takahashi.

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