martes, 12 de febrero de 2013




a veces pienso como logre sobrevivir, tal vez la necesidad de tener tiempo para la duda. la mía, la tuya, la nuestra, la vuestra. la inescrupulosidad tienen matices que deben ser leídos como si escucharas only happy it rains. correr por las calles de madrid para descubrir que puedes terminar cortado en pedacitos por los caprichos parecidos a la voz de sherley manson. castro florez me recuerda: 
"Es sobradamente conocido el desprecio y la ignorancia manifiesta de la clase política española que solamente ha utilizado a los “culturetas” de turno cuando ha necesitado hacerse una foto propagandística. Ni siquiera el mítico “club de la ceja” podrá, a estas alturas, estar satisfecho con la gestión del naufragio. Hay multitud de datos que me atrevo a calificar de macabros, signos de que, como suele decirse, el grifo se ha cerrado. En realidad, nunca salió del pozo otra cosa que un par de cubos. Como apuntara Adorno hace más de cinco décadas, el poder hace gestos ceremoniales impresionantes para entregar los presupuestos de la cultura como si fuera auténticamente limosna. España vivió, desde los años noventa, un fenómeno delirante y vertiginoso de inauguración compulsiva de museos, auditorios y centros de arte, los equivalentes de los pantanos franquistas aunque sancionados por el “espíritu democrático”. Poco importó que la clave del asunto no fuera otra que la precipitación, el oportunismo electoral y que, en el fondo, no hubiera apenas proyectos y tampoco ninguna voluntad de mantener los establecimientos más que como “pirámides” vacías. Basta recordar el fenómeno paradigmático del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo que puso en marcha Rodríguez Ibarra justo antes de unas elecciones autonómicas que fueron las primeras en las que casi pierde la mayoría absoluta."

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