lunes, 25 de febrero de 2013

El nihilismo conectado a nuestro esófago abdominal. La figura es el enamoradohaciendo su trabajo.


Un dolor en el estomago que hace que te quedes postrado en la cama en el limbo del tiempo, sin estación. Las estaciones son un tema constante en la pintura, sobre todo en Dela-croix, pero también en Watteau, una tradición que procede de los calendarios yde la afición al grabado y a la imagen por parte de la cultura decimonónica (A.Rackam)

Decía Blanchot: “Escribir es entregarse a la fascinación de la ausencia de tiempo.” Leo ahora, y escribo que en noviembre de 1982 fue encontrado en el Trinity College de Dublin un capítulo inédito de Gulliver  de Johnnattan Swift. El organismo evoluciona de formas insospechadas. Ayer funcionaba de una forma y hoy de otra diferente, ¿Por qué lo que ha sido dicho, lo eterno, cesaría de ser dicho? —‘Pero nada ha  cambiado. Es sólo que necesitas también conocer la eternidad en el pasado. Debes elevarte lo bastante alto para poder decir: Era eso. Tal es la misión que ahora te está reservada.’ Como el orador; se ve captado, congelado en un papel, como una estatua.

Un mandarín estaba enamorado de una cortesana. "Seré tuya, dijo ella, cuando hayas pasado cien noches esperándome sentado sobre un banco, en mi jardín, bajo mi ventana." Pero, en la nonagesimonovena noche, el mandarín se levanta, toma su banco bajo el brazo y se va. (Barthes)

Correspondance, 1978-2013.

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