martes, 5 de enero de 2010

en un ensayo, titulado "Diderot, Brecht, Eisenstein", Barthes se plantea la pregunta de cómo podría el arte dejar de ser metafísico, es decir, significante, legible, representativo y finalmente fetichista. Parece ser que Brecht que no había leído con demasiada intensidad a Diderot (salvo su "Paradoja del comediante") se planteó en 1937 fundar una Sociedad Diderot, al que entendía no tanto como un gran filósofo materialista sino como un hombre de teatro cuya teoría aspiraba a dispensar por igual goce y enseñanza. El propio Brecht estableció el programa de sa Sociedad y lo puso negro sobre blanco en un panfleto que pretendía enviar a Piscator, Jean Renoir y Eisenstein. Creo que tenemos que fundar, cuanto antes, una Sociedad Diderot-Vertov y proponer un manifiesto a la carrera. Ya veremos quienes son los convidados a la tarea.

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