jueves, 4 de febrero de 2010
conversación mantenida a las tantas hoy tras la inauguración de "Sin pena ni miedo". La sordera me impedia aclararme mucho pero no ceje en mi empeño de destrozarme la voz. Una individua me dijo que le interesaba el psicoanálisis, resultó que era freudiana; poco más tarde a otra que participaba del evento le dije que su amiga se ponía un poco pesada con el psicoanálisis y Freud y ella me dijo con gran rigor: "A mi eso del rock duro no me gusta nada de nada". Parece que confundió a Pink Floyd con el psicoanálisis. La cosa tiene una dimensión semejante a la trompa de falopio. Creo que de verdad todo está repleto de mocarreras. Aquí no hay quien se aclare. Otro sujeto, de acento italiano, finalmente napolitano, dijo que había leído a San Agustín en latín para luego soltar una serie de consideraciones singulares sobre el adulterio en ese teólogo que, según dijo enfáticamente, "eran puramente contemporáneas". Mientras tanto, a dos pasos, el elefante seguía haciendo el pino sobre la trompa. Cosas prodigiosas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario