como me apuntó, sin pensármelo mucho, a un bombardeo, acepté la propuesta de mi amigo Martín Lejárraga de dar una conferencia en la roulotte que montaron (por un día) en el stand de la región de Murcia. Mi contra-propuesta fue dar 10 conferencias en 1 hora. Finalmente empleé en esa desmesura solamente 37 minutos. El vehículo estaba hasta los topes (puro camarote de los Hermanos Marx) y por el ventanuco de atrás aparecieron algunos individuos. Yo manejaba un portátil como si estuviera ofreciendo algo en la teletienda de madrugada. 5 retratos dobles en los que metía desde El Solitario al niño obeso gitano, de Houdini a Cornelius Horan, y 10 parajes "turísticos": Tora Bora, las chabolas de la India, la ampliación penosa del Prado perpetrada por Moneo, Benidorm, etc. Me puse nervioso al principio (no había ensayado nada) pero al final me sentía como la seda. Otro récord absurdo, otra peripecia inenarrable. Aunque finalmente lo cuente, de puro bocazas. Ahí queda.