lunes, 15 de febrero de 2010

"Hacer planes es, muchas veces, una actividad espiritual exhuberante y arrogante, mediante la cual se da uno la apariencia de genio creador, exigiendo lo que uno no puede lograr, censurando lo que uno tampoco puede hacer mejor, y proponiendo cosas que uno mismo no sabe dónde se las ha de hallar." (I. Kant, Prolegomena)


Con la calma, realizando los tejemanejes necesarios. Ahora que soy becario podré tomar posesión de espacio de marras que me espera. Estará todo preparado, chavales. Dejad que yo me encargue de todo. "¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?" (Génesis, 4:9) -Pues claro, hostia. Se acerca una cita ineludible y yo aquí, entre Kant y Leibniz, preparando las tostadas del desayuno.
-Cariño, la mermelada ¿de fresa o albaricoque?

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