viernes, 14 de diciembre de 2012
Hostias, Avelino! Vaya ropaje. Yo quiero otro abrigo-calzoncillo-pulguero. Tienes que darme la dirección donde se consigue ese "producto". Me habría venido de cojones. Sobre todo ahora que estoy en Roveretto rodeado de nieve en plan glaciar. Un abrazo del viejo sacerdote-sedentario que se ha tirado a la carretera, empalmando desde Tenerife a Roma, de ahí a Verona y ahora al norte italiano donde la cosa se vuelve austro-suiza. Se os quiere, aunque sea al borde de la congelación. Vengo con las famosos zapatos rotos de los que hay que hacer caldo prontamente. Domingo ve calentando el puchero que la cosa tiene que ser jugosa. No te toques tanto la pinga y mira si tienes calzoncillos de esos erosionados que glosábamos esta mañana por teléfono. Corto y cambio.
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