estar inconsciente no es tan una joda, claro, salvo hasta que despiertas y empiezas a darte cuenta que hay cosas que no puedes haber olvidado. mientras convalecía me pidieron que contara mi experiencia en el museo mausoleo de morrille y, encontre que seria una buena manera de obligarme a volver a mi deporte favorito: jugar a las de volante creativo con mis dendritas. y entre mirar las fotos que tenia, las que manuela me dio y las historias que en mi cabeza iban de alla y otras del mas acá que poco visibilizaba, empecé a narrar en clave fe de erratas mis dias en morille. había poco tiempo para este articulo en una de las revistas más glam del continente. en esas fechas, esto no podrìa haber salido sin la paciencia de ángeles y los gags de pato. habíamos llegado a la conclusión que hacia un año andaba con los pies metidos en el barro a lo django y ahora cruzando sierras, cordilleras y selvas a lo indiana jones. y bien magullado, entre risas. de repente, recorde al warhol de interview que publicaba todo sin revisar. tal vez, domingo, te des cuenta que mas de algo obvié en la redacción y los pies de foto pero estoy convencido que es un buen modo para dar cuenta por vez primera del como fui parte de tu obra. y yo para hacer trabajar mi cabeza con lo vivido en morille.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
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