sábado, 15 de diciembre de 2012

¡Qué hielo tan sorprendente! ¡Cómo sostiene a su bailarín y cómo le ama! A su vez, el hielo hará de ti el más maravilloso bailarín.







Algunos domadores utilizan la violencia. Tú puedes intentar domar tu hielo. Pero, ¡ten cuidado! El hielo, como la pantera, o como dicen, el pueblo, ama la sangre. Más bien domestícalo.

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