cuando el vómito tiene falta de ortografías, puede apestar pero de ahí a ser incapaz de leer en lo que queda de los pirueteos espasmódicos del estómago la persistencia de vasari en dar cuenta de los misterios léxico-sintácticos del arte, corrobora que los pareidolismos leonardezcos (a diferencia de los de piero di cosimo) sólo dan el tiro para hacer la vista gorda ante el pasteleo metrosexual y el amor no correspondido de los trastornos alimentarios. los tickets de los fluidos corporales hace rato que desbordan la puta realidad y eso de que te jodan por andar viendo cosas donde menos corresponde, da náuseas. arcadas que, en el plano del estilo y de las figuras retóricas, remiten tanto al kafka reseñado como a la lección customizada de praxiteles y pitias. queda claro que el ácido contenido de lo expulsado siempre será útil para bascular a la clínica, del mismo modo cómo pier maria da pescia lo propuso al reconstruir el trayecto de la mirada pornográfica. sobre paolo conte, digno de ser escuchado al ritmo de una sobredosis de piscolas.
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