jueves, 15 de julio de 2010

FIRST FOLIO (F1)


Coexisten en el ejercicio del arte dos ideologías, que se engullen una a la otra. El mérito de los artistas, esos de a toda regla, no ha sido enfundarse en el "arte por el arte" o el "arte-vida" para desentonar llenando vacíos institucionales, ajustar cuentas formales o sentirse útiles en la sociedad. Esta operación, mal que le pese a los sobreactuados acólitos de la educación continua, en realidad, brinda el obvio imperativo que distingue a los artistas. Marcianos infiltrados en esa inhóspita y difícil tierra de nadie llamada realidad. No me cabe duda que esto no sea tan normal como debería en el arte en curso, aunque los pocos que transpiran convicción permiten que el boceto para la obra que crece como la espuma sea un desmontaje heroico de todo esto. Una coda que nunca está de más.

Cfr. Halloween (John Carperter, 1978)

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