Ya la intervención de la puerta 19, en su primera versión, me hizo recordar la acumulación ramoniana. Más que las de Schwitters. Pero considerando la de los Quebrantahuesos. Las fotografías tijereteadas y pegadas por Gómez de la Serna, una construcción artificiosa sin la más mínima organización, conjuradas en la Cátedra junto a las películas de Arrabal, Jorodowsky y Topor incorporan, a mi parecer, un tipo de intimidad sentimental y pasión sexual inexistentes en las artes de las Antillas Andinas.
jueves, 22 de julio de 2010
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