miércoles, 21 de julio de 2010

Una declaración de Kafka contextualizada por Hegel

Kafka: -La rebelión del hijo contra el padre es un tema viejísimo de la literatura y un problema aún más viejo que el mundo. Sobre él suelen escribirse dramas y tragedias cuando en realidad se trata de un tema de la comedia. El dramaturgo irlandés Synge supo verlo así. En su drama El calavera del mundo occidental, el hijo es un joven fanfarrón que presume de haber matado a su padre a golpes, hasta que éste aparece y pone en ridículo al supuesto dominador de la autoridad paterna.”

Hegel sobre la comedia: “Él, el sujeto, se halla, pues, por encima de tal momento como por encima de una propiedad singular y, revestido de esta máscara, expresa la ironía de dicha propiedad, que quiere ser algo para sí. La arrogancia de la esencialidad universal se delata en el sí mismo; se muestra prisionera de una realidad y deja caer la máscara, precisamente cuando quiere ser algo justo. Aquí, el sí mismo, presentándose en su significado como real, actúa con la máscara que se pone una vez para ser su persona pero sale rápidamente de esta apariencia para tornar a su propia desnudez y a su habitualidad, que muestra que no es diferente del sí mismo en sentido propio, del actor y del espectador.
[…]
Es aquí donde el destino antes no consciente, que consiste en la quietud vacía y en el olvido y se halla separado de la autoconciencia, se reúne con ésta. El sí mismo singular es la fuerza negativa por medio de la cual y en la cual desaparecen los dioses y sus momentos, la naturaleza que es allí y los pensamientos de sus determinaciones; al mismo tiempo, aquél no es la vaciedad del desaparecer, sino que se mantiene en esta nulidad misma, es cerca de sí y la única realidad. La religión del arte se ha llevado a término en él y ha retornado totalmente a sí.”

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