jueves, 15 de julio de 2010
una lección renacentista y edificante: "Piero di Cosimo se detenía a veces y clavaba la vista en un muro contra el que habían vomitado algunos, imaginando batallas entre jinetes, extrañas ciudades, y los paisajes más extraños nunca vistos. Lo mismo hacía con las nubes". Vasari lo cuenta y yo me lo creo. Hay que tomar el vómito como modelo excitante, esto es, como pre-texto pictórico-filosófico y poético. Mucho mejor que andar con las humedades del muro leonardesco. Aprendamos del vómito. Eso es lo mejor.
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