domingo, 11 de julio de 2010

al final pequé, lo reconozco. En el intermedio me bajé a la piscina y decidí no ver la segunda parte pero luego me comía el nervio. Me puse arriba en casa a insultar al mamón del árbitro. El gol de júbilo. Luego a dar brincos. Semos o no semos. Que le den por saco a las obras completas de Antonio Gala.

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