pensar el arte desde lugares supertuneados como los de la vereda del subdesarrollo tiene mucho de umshini wam. la mirada irónica y cruda de korine resulta familiar. cuando sales, por acá, con toda naturalidad a dar una vuelta por los disparatados barrios donde el gansta con sabor a tecno-ranchera se toma todo. en algunos rincones de la región, la poli puede que aún no sea tan corrupta y finalmente, lo que seduce de manera entre desesperada y nerviosa es una estética mental que tiene todos los tics de lo paramilitar. de un lado o de cualquier otro. en rollo de tercera o cuarta generación. periféricamente más cool. balas perdidas más light. recuerdo, a proposito, cómo la violencia acelerada que respiré en las calles de nápoles me hizo recordar, de alguna manera, la violencia que se vive en la lejana latam.
martes, 29 de marzo de 2011
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