el inicio de la cátedra domingo sánchez blanco fue bajo una mañana fría y otoñal. partimos con todo. agendando aventuras con la incertidumbre bizarra de no saber como terminaremos el periplo de esta segunda temporada. el masturbatorio 19 lucía impecable. y su puerta, umbral arqueológico, irradiaba aquello que nos dignifica: la pregunta desprejuiciada sobre el sentido del arte. no sé si las ganas de hablar de arte hasta por debajo de los codos habrá sido similar en los otros talleres. el asunto es que rostros nuevos junto a los veteranos de la cátedra, retomamos cada uno en su estilo la comezón del hacer reflexivo. primera tarea: conocer a domingo. segunda: leer la obra de arte en la era de la perogrullada incesante.
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