martes, 22 de marzo de 2011

son las diez menos cuarto de la noche en Sao Paulo y estoy viendo en TCM un capitulo antiguo de Bonanza subtitulado en portugués. Llevo todo el día trabajando en una conferencia para mañana que he titulado "15 contra-tesis. De la levedad (insoportable) a la provocación (santificada). Una historia desquiciada" en la que pongo a caldo el proceso de sacralización, entre otras cosas, de Tucuman Arde. Estoy harto de tanta chorrada de convertir los documentos de "antagonismo" en documentos de museo. Esa perversión la perpetra la "crítica-conceptual-institucional" que es el rollo más pesado que uno pueda imaginar. No me extraña que Cariceo escriba "nada personal con Tucumán Arde". Eso está ya disponible para el micro-ondas. También tendría que darle un par de palos a propuestas como la de Teresa Margolles con su movida gore-tremendista-reivindicadora. Otra cosa intragable. De verdad, Avelino, en cuanto puedas líbrate de ese tipo de rémoras porque toda la corte post-Sierra es peor que epigónica. Esas piezas "reveladoras de la cruda verdad de la vida", con su realismo obstuso han conseguido lo que siempre buscaron ser hegemónicas o, para aclararlo, generar un mercado entre los idiotas que tienen dinero y bastante mala conciencia. Supongo que la capa de marras tendrá los poderes de la de Harry Potter para que camufle a conciencia el desastre de un arte que tiene de crítico lo que yo de melenudo. En fin, mis queridos bizarros, desde el otoño brasilero unos besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario