viernes, 25 de marzo de 2011

EL JAMON EN LA ESTACION Y EL BURRO A LA LINDE



Mientras que comias jamón de aquel hombre que lee a Chateaubriand,llamado Florencio Sanchidrian no he visto un escalón y me he torcido el tobillo, en la escalera de caracol. Te creo a pies juntillas por eso al principio he seguido andando, pero unas horas después, al volver a casa de acompañar a Garropin. con Paolo Conte. a su visita traumatológica (!), el dolor se ha vuelto insoportable. No podía poner el pie en el suelo y me he puesto de color gris y el pie sombreado en negro, con un dolor intenso que me arrancaba incesantemente el nombre de Cagon la puta. Garropin. me ha traído sus muletas y mientras contemplaba mi avance por el pasillo, ha dicho: "¿Quién hace ahora el ruido del conejo ?" Me sentía tan torpe con ellas que he decicido andar a la pata coja y la polla fuera (para regocijo de los montadores de la tele que han llegado después) o desplazarme de lado con un solo pie en una especie de delirio
.
En cuanto a mis problemas estomacales, se han desvanecido ante el dolor del pie, que no es nada cuando con los labios hago el conejo, un poco como decía Séneca, citado por Montaigne en francés: ""J'étais trop torturé par le mal de mer pour songer au danger", cuando, enfermo de mareo en el barco, decide ganar la orilla a nado.
En el momento peor de la crisis y desaliento, he llamado a mi sabia homeópata, le he dicho: "Tendré que ir a que me vean..." Me ha dicho: "Nooo... ahora te tomas Rhus toxicodendrum 30ch en una disolución, y mañana, si sigues así, ya irás al traumatólogo". ¿Cómo lo supo sin verme? Ella es así. Efectivamente empecé a mejorar al cabo de dos horas. ¡El dolor se desvanecía! He puesto música y he visto que podía bailar con un solo pie.
A que no te lo crees Fernando pues yo lo de los vigilantes tampoco

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