anoche me invitaron a "Saboreart millesime Sao Paulo". La semana del fashion gastronomy en esta ciudad. Los que llevaban el cotarro: Paco Roncero, Sergi Arola, Marcelo Tejedor, Pepe Solla, etc. Todos los dos y tres estrellas michelín de España. Delirante. Me pusieron un menú de esos moleculares que miré y no toqué que terminó, tras tres largas horas de "maridajes" de vinos de toda clase y condición con una fabada de Casa Gerardo. Los lugareños se tragaron el potaje a las 12 de la noche sin pestañear con chorizo y morcilla incluidas. No daba crédito. Yo actué como Jesucristo tras la resurrección: noli me tangere. Resulta que el maitre era Paco Patón del Urban al que conozco y que casi organizó el cumple de mi hija Elena. Afuera rendían homenaje, no miento (esto es como lo de los polis con chaleco antibalas) a la Mahou. Cientos de cervezas en estanterías en una instalación de primera división. Roncero hizo una de sus exhibiciones con nitrógeno a 300 grados bajo cero y luego esferifico no se que cojones de cosa. En la parte de vinos se subieron a la parra y sacaron desde Chivite a Estancia Piedra, Martin Codax, Paco & Lola (otro albariño) y un rueda maravilloso que se llama: "El perro verde". Es increíble que uno cruce el charco para encontrarse con cosas que están a dos pasos de casa. Porque ahí, en La Terraza del Casino algo he comido en alguna ocasión maravillosa. Lo malo es que ahora, a régimen, y en estas tierras cálidas no estoy en condiciones de ingerir ninguno de estos potingues. De remate aparecieron unos que decían que hacían "los mejores gin tonics de Madrid". Una mentira descomunal. Esta noche nos atiende un freak del cuchillo: Florencio Sanchidrián denominado "campeón del mundo" del corte de jamón. Le he visto por la tele haciendo chorradas con jamones como si tocara violines. Lo bueno es que el instrumento que toca son jamones 5 jotas gran reserva. Eso si que lo voy a catar aunque sea salir de mi "dieta talibanizada".