Un hombre de 57 años se ha entregado a la policía italiana como presunto responsable de la muerte de Francisco Cassol, un sacerdote de 55 años, cuyo cadáver fue encontrado con un disparo el pasado lunes, según informa el diario Corriere del Mezzogiorno en su página web.
John Ardin, un cazador furtivo, ha confesado los hechos y ha asegurado que se trató de un error ya que confundió al cura, que se encontraba de acampada con un grupo de jóvenes, con un jabalí. El hombre también ha afirmado que no podía con la culpa.
"La familia, que se encuentra destrozada por una muerte tan absurda, ha dado las gracias a los fiscales y los carabinieros por el enorme esfuerzo realizado para localizar al asesino y que la muerte de don Francisco no quede impune", han afirmado los abogados.
Ardin será acusado de homicidio imprudente y ya ha sido trasladado ante el juez.
martes, 24 de agosto de 2010
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