Schopenhauer comparó al verdadero filósofo con Edipo, apuntando que acaso el verdadero conomiento no es otra cosa que ese proceso de esclaramiento "de su propio destino espantoso". Edipo sigue explorando sin tregua, aunque presiente ya se respuesta "se desprenderá de lo aterrador para él". Con eso "aterrador" Schopenhauer se refería al abismo metafísico que se abre ante los hombres que preguntan por el sentido de la vida.