sábado, 31 de octubre de 2009

los artistas, apuntó Brecht en sus "Observaciones sobre las artes plásticas", deben trabajar, en adelante, en "saber lo que es un documento" multiplicando los procedimientos de confrontación, de comparación, de montaje documental. Lo que, más de siete décadas después ha quedado claro es que parece que solo tuviera importancia la "documentación" y ese rollo llamado "archivo". La museomanía ha sabido reciclar lo insignificante junto a lo polémico. No estamos meramente en la época, por seguir a Derrida, del "mal de archivo", hemos terminado por producir una estasis más reaccionaria que aquella catarsis aristotélica contra la que intentara combatir la dramaturgia de la interrupción (épica). Nosotros no tenemos melodrama ni neurastenia, nos basta con comprobar que en las fotos y en los documentos, dispuestos de forma rigurosa y glaciar, está lo que teníamos que ver. Reconocemos lo "interesante" que es todo lo que ya no nos importa nada.

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