he leido, a la carrera, un artículo periodístico en el que una serie de artistas norteamericanos piden que se haga pública la lista de temas musicales que se utilizan para torturar a los "detenidos" de Guantánamo. Aunque ese documento no se ha presentado aún y, tal vez, se mantenga en el secreto total, sin embargo, se tiene conocimiento de que algunos de los "más escuchados" son Britney Spears y Metallica. Un experto en psicología conductista indica que lo importante para destrozar psicológicamente al prisionero no es el contenido del tema, su letra ni su música sino el volumen bestial al que es emitido; añade que la exposición continuada (habría que decir: casi ininterrumpida) a sonidos estridentes produce en los sujetos una completa "regresión infantil" que les vuelve sumamente inestables.