El otoño nos va a sorprender con alguna que otra cosilla de Jameson. Yo ya lo he fagocitado. Os tendreis que esperar el resto. Para ser mas exactos: a joderse tocan. Mientras aguardamos su distribucion masiva y su consumicion no menos masiva por miembros de este blog y de otros vecindarios ciberneticos, aqui os dejo un poema eminentemente postmoderno. Porque nosotros lo valemos:
Iglesia
En nuestro credo del todo menor
desgarramos europas, condenamos
y adoramos, invadimos territorios,
promulgamos evangelios. Tenemos
papas y bulas, obispos desafiantes,
luises, hugonotes, arrianos, albigenses,
cruzados, mártires, hogueras.
Discutimos la transubstanciación
de una línea, un verbo, un adjetivo.
A todo esto, claro, lo que no es evidente
en absoluto es el dios. Nuestro altar es una mesa
frente a otros, una misa endogámica, de codos,
farisea; nuestro cielo, una reseña,
una palmada en el hombro,
el infierno que nos quema es la tibieza.
Hay que ser pelotudo, me repito.
Gerardo Gambolini, Buenos Aires, 1955
lunes, 13 de septiembre de 2010
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