Fue hace unos años, me pidieron que impartiera unas clases de cultura visual en una universidad privada. Grande fue mi sorpresa al descubrir entre mis estudiantes a Pedro Chaskel, el mítico co-fundador del Centro de Cine Experimental y la Cineteca Universitaria, el montajista de El Chacal de Nahueltoro (Miguel Littin, 1968), La Batalla de Chile (Patricio Guzmán, 1976-79), director del documental Una foto recorre el mundo (1981) y, además, el primer (y único) director del Departamento de Cine de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Nunca está demás decir que todo esto se fue al carajo con la dictadura. Léase profesores expulsados de la universidad y la infraestructura conseguida con mucho esfuerzo llevada a la televisión o rematada al mejor postor. El asunto es que al identificarlo, la percepción del aula se tornó extrañísima, en todos los sentidos. Aún más cuando me dí cuenta que tampoco era el único, lo acompañaban otros destacados miembros de dicha generación. Lo primero que pregunté fue qué mierda hacían todos ahí, que debería haber algún error. Chaskel, siempre ubicado en primera fila y muy atento en todas las sesiones, primero me pide muy respetuosamente si puedo bajar la velocidad de mi ametrallada y coloquial habla, luego me explica que todos están ahí porque deben tener su grado académico para poder seguir impartiendo clases en la educación superior. Fue de esos momentos cuando confirmas lo que no quieres aceptar, que las trayectorias relevantes para la cultura de un país valen hongo. De repente todos, sin excepción, estábamos insertos en la idiosincracia del neoliberalismo de Pinochet, un capitalismo avant la lettre. Más de lo que puedas imaginar. Durante todo ese semestre, me sentí como Marty McFly (claro está, a lo Joey Ramone), pero sin punto de retorno alguno. Nota: Después de sacar su Licenciatura, Pedro Chaskel ha recibido numerosos reconocimientos. Sin comentarios.
domingo, 12 de septiembre de 2010
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