miércoles, 3 de noviembre de 2010

3 PARTE DEL QUE HUNDE LA OREJA Y OTROS


COLCHÓN CON UN AGUJERO LLENO DE VASELINA
Todas las chicas a las que les conté este método me respondieron lo mismo: “¿Qué? Eso es una gilipollez”. Pero los tíos, los que habían ido alguna vez a un campamento de verano o casa de colonias me dijeron, “¡Ah, vale! Lo mismo hizo [nombre y apellido del chaval en cuestión]. El colchón fue, de largo, el más “erótico” de los utensilios utilizados, mayormente porque era muy cómodo. Además, si al colchón le dibujas una forma femenina, con un poco de imaginación casi te puedes creer que estás follando con una auténtica mujer. O con una muñeca hinchable de gama alta.

Nivel de placer: 10/10
Dificultad: Agujerear el colchón y la funda de plástico es bastante duro, y además has de ir con un cuidado exquisito para no empalarte la polla con un muelle. Y has de tener en cuenta que, una vez le has puesto vaselina, ya no hay forma de quitarla. Es decir, que vale la pena hacerlo sólo si vas a dormir sobre el mismo colchón durante los próximos seis meses, como mínimo.
Vileza y/o sofisticación: Moderadas, pero es parte del encanto.

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