viernes, 5 de noviembre de 2010

Santiago Sierra renuncia al Premio Nacional de Bellas Artes que se le "concedió" ayer. Me parece un gesto extraordinario. En todos los sentidos. Coherente y oportuno. Me enteré esta mañana por el periódico del recocimiento a su trayectoria y me pareció perfecto: es, a pesar de todas las diferencias que hayamos tenido y de todas las matizaciones que se puedan introducir, un artista crucial. No creo, lo digo sin exagerar, que se pueda entender lo que ha sido el arte de la última década sin contar con sus intervenciones. Hablando con un miembro del jurado pregunté si había aceptado y qué dijo cuando se le comunicó. Ahora me entero de que renuncia. Lo cierto es que nadie tomó la molestia de saber si estaría dispuesto a aceptar la cosa. La nota que he leído en "Contraindicaciones" es impecable. No se puede decir más claro ni más alto. Santiago Sierra hace, en mi opinión, una de sus mejores piezas y, en este caso, con una coherencia ética de primer nivel. Desde este sitio raro del blog solamente quiero manifestar mi respeto. Salud también para él.

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