jueves, 6 de septiembre de 2012

una visión que me ha poseído: tienes que follarte una sandía fresquita. Empalma si puedes y dale a la sandía por un agujero ad hoc. Luego hay que dar de comer la sandía un par de panolis que pasen por ahí o a a correligionarios de toda la vida. Supongo que llevo este verano comprando sandías ya abiertas. Es ese asunto patético de evitar la sorpresa de abrir la sandía. Prefiero que sea eso y no un melón.

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