jueves, 6 de septiembre de 2012

"I'm a Fool to Want You".



La ley pretende que el deseo sólo puede darse en el espacio de juego hacia el que
ella lo atrae con la baza del entredicho, como tan pronto, y a la vez, el deseo pretende 
convertir la ley en su juego o su juego en su propia ley o, asimismo, la ley en el mero 
producto de una falta o disminución del deseo. (Lo que, no obstante, conduce a la 
siguiente pregunta: ¿Acaso no sería el deseo ya siempre su propia carencia, el vacío 
mismo que lo haría infinito, carencia sin carencia?) (Blanchot, 1994: 57).

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