dar vueltas por aqui y por allá sólo me ha confirmado, una y otra vez, y no sin desconcierto, que lo que busco como artista no existe. aún así, insistiré. aprecio las horas que fernando me regaló para escuchar mi desahogo al respecto. esto ocurrió en vegas de matute, al poco partir domingo y manuela a salamanca. pocas veces he recibido una reciprocidad tan generosa respecto a la angustia de la pregunta de sentido por el arte. esa conversación me ha dado muchas vueltas. al llegar a chile, a las pocas semanas hice un ritual tan polémico como el que lo inició: limpié y pinté de blanco la puerta de la sala 19. nadie creía lo que estaba viendo. después de todo lo que había pasado en torno a esas puertas. acto seguido, trasladé el universo creado al interior de esas paredes hacia el exterior. si tengo los días contados, que la despedida sea en mi ley.