jueves, 6 de septiembre de 2012

Phillip Glass, Cagon and Crista, Quincy Jones and this kind of stuff


¿Desde cuándo había comenzado a esperar? Desde que se había liberado para la
espera perdiendo el deseo de las cosas particulares y hasta el deseo del fin de las cosas.
La espera comienza cuando ya no hay nada que esperar, ni siquiera el fin de la espera.
La espera ignora y destruye lo que espera. La espera no espera nada.
Sea cual fuere la importancia del objeto de la espera, está siempre infinitamente
superado por el movimiento de la espera. La espera vuelve igualmente vanas todas
las cosas igualmente importantes. Para esperar la menor cosa, disponemos de una
potencia infinita de esperar que parece que no puede ser agotada.
«La espera no consuela.» – «Los que esperan de nada han de ser consolados.»
(Blanchot, 2004: 30).

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