viernes, 14 de septiembre de 2012
Paré, de vuelta del monasterio de Arantzazú (Otieza & Cia. en estado puro) en Oñate. Tierra de "la cólera de Dios". No hizo falta que nos mandaran a tomar por culo. Jamás he estado en sitio más inhóspito. Las caras amargas, los gestos crispados, las listas de etarras en el balcón del ayuntamiento, etc. Para mearse y no soltar gota. De verdad, Aguirre en versión "cagon" aguanta el tirón y da, a pesar de todo, mejor rollo. Aunque está tripudo y parece un botijo. El casco es de pena. Menos mal que la india aporta con las nalgas juveniles un toque de frescura.
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