me sentía instalado en el desencanto perpetuo del bill murray condenado a despertar una y otra vez con la misma canción en el mismo día. no era sólo el i got you babe de sony and cher ni pronosticar el tiempo sabiendo nombrar en un tono trágico-cómico punxsutawney. había que reinventar la cátedra. y lo hice. entonces lo único que veía era la canosa cabeza de una anciana que me impedía contemplar a la filarmónica de cuenca interpelando no sólo a mis oídos con el ballet "estancia" del compositor argentino alberto ginastera. estaba cansado de pendejos y seniles que completamente alienados, lejanos a todo, vivían desenchufados de la realidad, decidí que los miembros de la cátedra dejarían de ser meros espectadores del mundo, de esos que caminan protegiendo su coraza de infelicidad o la felicidad artificialmente iluminada, prescrita, ajena. necesita de una dinámica tal vez algo más rebuscada para expresar la puesta en imágenes de imaginarios personales incontrolados y exorcizar esa intensa sensación de extrañamiento cuando encontré al masturbatorio 19 escolarizado.
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