viernes, 2 de noviembre de 2012



planificar una autodestrucción no lo es tal. es reinventarse bajo las mismas reglas que fueron durmiendose en el frenesí que lo imposible era posible. por eso el ritual de estar todos unidos bajo un merecido afterhour debía ir junto al momento único e indescriptible de quien vagando por las llanuras castellanas supo abandonarse y reencontrarse con el arte, decidiendo volver a quemar las galeras y trazar con la espada una linea en la tierra e invocar arte o muerte. domingo, amigo, no estamos tan lejos como crees. sólo es un asunto de diferencias culturales que el arte sabe curar. por lo menos ayer, el masturbaturio supo que no temo prescindir de ello para seguir en la aventura del arte. ni perder el tiempo en quienes solo quieren flipar no con la rebeldia de décadas sino sola con la propia de adolescentes.

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