lunes, 26 de noviembre de 2012

y mi vida en tensión como una cuerda

LA CASA ES PARA VIVIRLA, HAY UN CONTRATO Y PLANTAS EN EL PATIO DESDE EL AÑO 1983 LOS GERANIOS LOS CORRE CORRES, LOS COLIOS, LAS FUCSIAS, ESQUEJES LEÑOSOS, ESQUEJES HERBACEOS, ESQUEJES DE HOJA. SOMOS ORGANICOS NUESTRAS CUERDAS DE TRIPA SUENAN A MUSICA CELESTIAL “Yo no sé mucho sobre las casas”, decía Seféris,
hará dos decenios, en el Tordo. “Las casas que tenía
me las arrebataron. ”Imágenes normales en el peregrino
de aquellas épocas, obligado a mudarse continuamente,
a ir desterrado de un lugar a otro,
abandonándolo todo tras de sí. Algo sabía, sin embargo.
Por ejemplo, que las casas tienen su temperamento
peculiar, crecen como niños, arrugan el ceño,
sonríen, y aun se vuelven testarudas con quienes las
dejan; que experimentan tristezas y alegrías. El
mundo, para el emigrante perenne, se había convertido
en un hotel desprovisto de linderos.
Por eso ha organizado con apego esta pequeña
casa, su morada definitiva.Un lugar en donde pueda
guarecer sus papeles y sus memorias, enmarcar su
trabajo y su reflexión, recibir a verdaderos amigos.
Unos muros que lo protejan sin confinarlo ni enmascararlo.

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