domingo, 4 de noviembre de 2012


pushkinok.jpgEl 27 de enero de 1837, a los 37 años, muere en San Petersburgo Alexander Pushkin -herido en un duelo mantenido con el militar francés Georges d’Anthés- por la actitud provocadora de éste para con su esposa.

El duelo fue en la tarde. Hacía quince grados bajo cero y soplaba un viento ártico. El capitán Georges D'Anthés disparó primero. Aleksandr Pushkin se desplomó sobre la nieve, envuelto en su abrigo de piel de oso. Creyó que sólo tenía una herida en el muslo y de rodillas apuntó a D'Anthés. El disparo le atravesó la mano y le fracturó dos costillas. Sus padrinos llevaron a Pushkin en trineo hacia su casa. Sadler, el primer médico que lo atendió, se limitó a ponerle una compresa. El segundo, Arendt, le dijo que el daño era de muerte y no tenía esperanza de recuperación.

     La agonía se prolongó 48 horas. Pushkin murió el 29 de enero de 1837, antes de cumplir 38 años. No hubo artículos en los diarios. Todos estaban atemorizados ante el censor, el conde Benkendorf. Sólo en un suplemento, los Anexos literarios, Andréi Kraievski se atrevió a escribir: "¡Se puso el sol de nuestra poesía! Ha muerto Pushkin, nuestro poeta, nuestra alegría, nuestra gloria popular". Un joven escritor, Mijail Liérmontov, hizo una elegía que le costó el destierro. En ella insinuaba que la muerte de Pushkin fue en realidad un asesinato. Los intentos de acallar lo ocurrido no sirvieron de nada: 32 mil personas asistieron al entierro, auténtica multitud en cualquier parte, sobre todo en una Rusia donde sólo una minoría disfrutaba del privilegio de la lectura.

Una muerte tramada
Muchos creen que en efecto el responsable de la muerte es el zar Nicolás I. Tenía muchos motivos para deshacerse de Pushkin. El codiciar a su esposa Natalia Goncharova era sólo uno de ellos. Pushkin estaba en la posición insostenible de ser al mismo tiempo el cronista oficial del imperio y el poeta más popular de Rusia. En los resquicios de la censura lograba filtrar versos y narraciones que expresaban una actitud crítica y una condena del absolutismo. Nicolás I no lo dejaba publicar. Sus textos circulaban en samizdat, pero al no ser pagado por ellos Pushkin vivía hundido en deudas. En 1833, con el pretexto de que era la única posibilidad de que Natalia brillara en los bailes del palacio de Anichkov, el zar nombró a Pushkin gentilhombre de cámara, es decir paje, actividad propia de niños y adolescentes.
     En 1829 Pushkin se enamoró de Natalia. Consideró el matrimonio un modo de escapar a su vida errante y disipada y resignarse a los treinta años que entonces eran el promedio de vida, equivalentes a los setenta de ahora. Durante la boda hubo malos presagios. Se apagaron las velas y cayeron una cruz y los evangelios.
     El barón Heeckeren llegó a San Petersburgo como ministro de Holanda. Lo acompañaba su protegido D'Anthés, un joven alsaciano al que adoptó para encubrir su relación con él y logró convertir en capitán del ejército zarista. D'Anthés fascinó a Natalia. El asedio llegó a tal grado que Pushkin lo desafió por vez primera. Su respuesta fue casarse a principios de 1837 con Yekaterina, la menor de las Goncharova. Con el enemigo en casa se redoblaron los anónimos enviados a Pushkin. En el último creyó descubrir la mano de Heeckeren. Decía en parte: "Los grandes caballeros, comendadores y paladines de la Nobilísima Orden de los Cornudos eligen por unanimidad a A.P. suplente del Gran Maestro e Historiógrafo de la Orden". Pushkin desafió al barón. D'Anthés, un tirador profesional, se batió por él. Hubo negligencia médica. Rusia perdió al más grande de sus escritores. Su viuda se casó con un oficial que había sido el encargado de la vigilancia en las citas con D'Anthés. El asesino de Pushkin vivió hasta el fin de siglo y se enriqueció con la distribución del gas en París.

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