la reinvencion de la catedra con el cuerpo lleno de cicatrices es algo que pocos entienden. volví con la fuerza de un espartano dispuesto a luchar en deventaja numérica, como siempre. algo que los estudiantes ni mis colegas entienden. el arte va para otro lado. eso menos lo entienden. y aunque mi memoria quiso ser hecha añico por las parcas, aqui estoy reintentando con mas fuerza lo que vislumbre en el gallo, en villas de matute y en un ir a vagar por los rincones mas reconditos de la peninsula iberica. la catedra y el espacio dassman tienen por techo la boveda celeste. no se cuanto la institucion aguantara mis vaivenes creativos pero mientras los elementos esten a nuestro favor: arte o muerte.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
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