viernes, 9 de noviembre de 2012
Ishtar-Innana y la tinta invisible
“Por este Acto Voto y Juro solemnemente
en Presencia de Dios Todopoderoso y de esta Muy Venerable Asamblea, que
guardaré ["hail"] y Ocultaré, y nunca Revelaré los Secretos o lo Secreto
de los Masones o la Masonería, que puedan serme Revelados; excepto a un
Verdadero y Legítimo Hermano, después de un debido Examen, o en una
Justa y Venerable Logia de Hermanos y Compañeros bien reunida Y
además Prometo y Voto, que no los Escribiré, Imprimiré, Marcaré,
Esculpiré o Grabaré, o haré que sean Escritos, Impresos, Marcados,
Esculpidos o Grabados en Madera o Piedra, de modo que la Impresión o el
Carácter Visible de una Letra pueda aparecer, y sean [así] obtenidos
ilegítimamente. Todo ello bajo una Pena no menor que tener mi Garganta
cortada, mi Lengua extraída del Paladar, mi Corazón arrancado de bajo mi
Pecho Izquierdo, para ser enterrados bajo las Arenas del Mar, a la
Distancia de un Cable de la Orilla, donde la Marea baja y sube dos veces
en 24 Horas, mi Cuerpo quemado hasta las Cenizas, mis Cenizas
esparcidas sobre la Faz de la Tierra para que no haya más Recuerdo de mí
entre los Masones. Que Dios me ayude”.
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