miércoles, 4 de noviembre de 2009

Hay que seguir chupando.


En "El pensamiento salvaje" nada hay de desordenado o confuso. A partir de observaciones minuciosas y precisas -a menudo asombrosas-, analiza, distingue, clasifica, combina y opone los objetos y los hechos de la naturaleza. De ahí que el autor destaque los mitos, las creencias y otras expresiones de la cultura como "salvajes", comparables con los demás seres que la naturaleza -de la cual el espírituo humano forma parte- crea en múltiples formas animales, vegetales y minerales. A pesar de los milenios transcurridos desde la aparición del hombre sobre la tierra, es sorprendente que haya subsistido así y que haya encontrado el material y la inspiración de una lógica cuyas leyes se limitan a trasponer el umbral de las propiedades de lo real.

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