viernes, 27 de noviembre de 2009

animado por el espíritu "castrista" selecciono noticias absolutamente cruciales. Mi tarea de investigación fue ejecutada ayer en la sala VIP del aeropuerto de Barajas:
1) "Multiorgásmica y satisfecha". Miche Thompson tiene 300 orgasmos al día. Los compañeros sexuales que había tenido hasta hace poco quedaban destrozados, demacrados y decepcionados. No volvían a ser los mismos. Mientras ella se convertía, literalmente, en una de las mujeres más rollizas del Reino de Inglaterra, los esforzados gladiadores del miembro pasaban las de Caín y, finalmente, salían, nunca mejor dicho, con el rabo entre las patas. La interfecta tuvo que dejar su trabajo en un fábrica de galletas porque el ruido de las máquinas le provocaba orgasmos continuos. Su mal, si tal cosa puede así denominarse, es el siguiente: síndrome de excitación sexual persistente. Menos mal que ha encontrado a un limpiador (término clave en la filmografía de Reno) que, por fin, es capaz de atender sus urgencias. Según confiesa los días que se muestran más comedidos lo hacen diez veces. Gloria a los recordmans o, para ser más preciso, larga vida y prolongados orgasmos a la heroina del tica-taca y a su esforzado cómplice.
2) Un niño autista de origen hispano vaga durante 11 día por la red metropliana de Nueva York. Su nombre es Francisco Hernández Jr. Padece el síndroe de Asperger, una clase de autismo que le impide comunicarse o relacionarse con los demás. Cuando desapareció, leo en la noticia, llevaba un bocadillo y 11 dólares. Cuando su madre lo vío reaparecer hizo una lúcida descripción: "Cuando vi a mi hijo de nuevo, parecía un indigente".
3) "En ningún caso van a rodar cabezas". Este titular es el que publica el ABC en relación con la paralización de la Orden Ministerial para las Ayudas al Cine. Todo, según creo, es consecuencia del Síndrome del Pesebre Progue: dolencia generalizada entre ciertos culturetas que, desde hace más de tres décadas, consideran que su vida debe ser sostenida por las arcas públicas y que su arte deplorable no es otra cosa que signo de "progresismo". Es frecuente que muerdan la mano que les da de comer, signo de un síndrome no menos alarmante: mezquindad patológica y mediocridad insalvable.
4) "El Gobierno se declara satisfecho por su "fenomenal" gestión del Alakrana". Sin comentarios. Sin Síndrome.

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