domingo, 29 de noviembre de 2009

No es infrecuente que en las tragedias griegas ocurra lo peor: comer a nuestros hijos. Ese es el prototipo del horror. En "El rey Lear", encuentro dos preguntas encadenadas: "¿Es éste el fin prometido?¿O una imagen de ese horror?". Tema canibal y tremendo.

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