Ayer en Hondura de Huebra, frontera geográfica natural entre la dehesa salmantina y la sierra -por lo tanto puros charros- se rodó una pieza fundamental para la antropología

Cuadro charro -flamenco imposible Charro Bizarro

Hay todo tipo de referencias y sugerencias en la cultura tradicional de una comunidad pequeña y ruinosa que intenta transformarse en una nueva situación más grande y brillante, supervivientes.

El eterno retorno. Rodeados de encinas y robles de una naturaleza que solo saben de ella

los que han vivido y han sobrevivido en ella. Empiezan a bailar y cantar en círculo dejando huellas en un terreno inóspito, terminando, arrastrando a la antigua un desfile de personajes entre la pintura de Sorolla, las películas de Clint Eastwood, John Wayne y el Dr Jekyll and Mr. Hyde pasando por Chiquito de la Calzada.

El sombrero toma un protagonismo espectacular, ese sombrero blanco.

Verdaderamente hay algo de infarto de miocardio y proeza del Circo Price.

Fue seguido de otros, por el estilo de sus canciones y comparable al ruiseñor de las cumbres