martes, 13 de octubre de 2009

al final de su endeble libro "Radicante", Nicolás Bourriaud alude a la invención de un mundo común, esto es, a la construcción de un espacio de intercambios planetarios: "Frente al desafío que representa para la cultura y el arte, importa pues volver a poner las cosas en movimiento, crear un contra-movimiento, disponerse a un nuevo éxodo". ¿Por qué no plantear sin más la pausa? Hablo por la herida: el viaje es agotador, la movilización permanente deja huellas mnémicas de carácter traumático. Sueño con una poética sedentaria, con una pasión del lugar que me permita eludir una globalización que es el colmo del fastidio.

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